Dios piensa en ti…
por Yollymonet
“En cuanto a mí, pobre soy, y menesteroso, pero en este instante Dios piensa en mí. ¡Dios mío, tú eres mi auxilio! Tú eres mi salvación. …” Salmo 40:17a NBV
Que poderosa verdad expresada en este verso: “Dios piensa en mí”. Estoy presente en su mente en este mismo momento. No estoy lanzando palabras al aire cuando pido ayuda para la sanidad de las secuelas del aborto. En ese lugar tan profundo donde me encuentro, desde el primer día en que clamé, Dios está trabajando intensamente para sacarme del pozo y retornarme al lugar donde su gracia decidió colocarme. Soy su hija(o) y mi lugar es en la casa del Padre Celestial y nada puede cambiar esa verdad.
La mayor parte de las personas que he conocido en Camino a Sanar creyeron en algún punto de sus vidas después de sus abortos que Dios jamás les perdonaría lo que hicieron. Creyeron la mentira del enemigo de que no volverían a ser felices porque no lo merecían. Por el contrario, pensaron que cada cosa negativa que llegaba a sus vidas debía ser un castigo de Dios y que deberían acostumbrarse porque eso era lo que se merecían. Todas estas mentiras les robaron la paz y la felicidad.
Amiga(o) que me lees, Dios te quiere sanar del síndrome post aborto. Él es tu auxilio y tu salvación. Nadie más lo puede hacer porque sólo Él tiene el poder para restaurar un corazón roto. No hay dolor que nuestro Señor no pueda sanar ni pecado que su sangre no pueda limpiar.
El verso de hoy dice que Él es tu auxilio. Lo que esto significa es que el Señor es tu ayuda, apoyo y protector siempre que lo necesites. También dice que es tu salvación. Salvación significa -solución de un problema grave o liberación de un peligro, de una amenaza, de una situación difícil- (diccionario Oxford). La gran noticia que el Señor te comparte hoy es que sólo Él es tu Salvador. No se trata de lo que haz o no haz hecho, sino de quién es Él porque sólo Jesucristo puede y desea salvarnos.
Estás en el pensamiento de Dios, tiene tu nombre escrito en la palma de su mano (Isaías 49:16) y ha visto tu dolor y cuanto has sufrido después del aborto. Como un Padre bueno y amoroso te quiere consolar porque nunca te ha dejado de amar.